Escuela Puente Salas: liderando el cambio hacia una educación ambiental sostenible gracias a Yo Pienso Verde 

Ubicada en Barva de Heredia, la escuela Puente Salas es una de las 15 instituciones que participaron en Yo Pienso Verde 2024, un programa de la Sociedad de Seguros de Vida del Magisterio Nacional que lleva más de 12 años enseñando a las escuelas a adoptar prácticas ambientales sostenibles. Con 520 estudiantes, esta escuela dirigida por María Gabriela Matamoros Landazúri se ha destacado por su compromiso con la gestión de residuos, la eficiencia energética, la mitigación de la huella de carbono y la implementación de huertas orgánicas. 

El programa Yo Pienso Verde busca promover una educación integral sobre el manejo de residuos sólidos, tanto orgánicos como inorgánicos, y cómo estos esfuerzos contribuyen a reducir el impacto ambiental de las instituciones. 

Dentro del equipo de trabajo que hace posible este esfuerzo, destacan dos personas clave que han mostrado un compromiso ejemplar. Uno de ellos es don Gonzalo, un docente comprometido con la separación de residuos en la escuela.  

“Antes de la participación en Yo Pienso Verde, ya existía un centro de acopio en el centro educativo. Sin embargo, con el apoyo del programa, se reforzó la idea de que cada miembro de la comunidad escolar debe ser responsable de separar correctamente los residuos. Este proceso también implicó un cambio importante en la ubicación del centro de acopio, que pasó de estar en la oficina a un lugar más accesible y visible para toda la comunidad educativa”, dijo Ana Gabriela Soto, gestora ambiental de la Sociedad de Seguros de Vida.  

Otro actor fundamental es un miembro de la comunidad local, quien se encarga de la recolección de residuos en el área. Este hombre, conocido por su dedicación al cuidado del ambiente, camina todos los días para recoger el material reciclable de la escuela y los hogares cercanos, para luego llevarlo a la municipalidad.  

Además, la escuela cuenta con un sistema de compostaje, que incluye tanto una compostera tradicional como una de piso, para reciclar los residuos orgánicos y contribuir a la creación de abono para la huerta orgánica que han instalado. De esta manera, los estudiantes no solo aprenden sobre la importancia de cuidar el ambiente, sino que también se convierten en protagonistas activos de la transformación de su entorno.