INSPIRACIÓN POR EL DEPORTE A TRAVÉS DE LA EDUCACIÓN

Sady Gutiérrez, es un profesor pensionado, que a través de la educación y el amor por el deporte inspiró a muchos de sus estudiantes a seguir sus sueños

Durante 32 años, Sady Gutiérrez, impartió clases de educación física, pero además fue inspiración para que muchos de sus estudiantes salieran adelante en el ámbito personal y profesional.

Para este educador, una premisa fundamental en la labor educativa es impactar de manera positiva en los estudiantes. “Los docentes tenemos una gran responsabilidad social. Esa responsabilidad es para siempre, porque no muere con nosotros; permanece ahí, con quienes fueron nuestros estudiantes”, expresó Gutiérrez.

La vida de este trabajador de la educación siempre ha estado ligada al deporte. Nació y creció en barrio Roosevelt, en Limón. El recuerda con cariño a su profesor de matemática Constantino Solano, quien lo motivó a jugar fútbol y de esta manera una vez finalizado el colegio, decidió combinar su trabajo en la Refinadora Costarricense de Petróleo con su pasión por el deporte.

Mientras jugaba el equipo de primera división de Limón, veía como muchos de sus compañeros del colegio, que habían tomado la decisión de viajar a la capital a estudiar, regresaban con su título a desempeñarse en distintos puestos.

Impulsado por su deseo de superación y con el apoyo de una beca otorgada por la municipalidad del cantón; Sady Gutiérrez ingresó a la Universidad de Costa Rica, donde obtuvo su bachiller en Ciencias de la Salud; título que lo acreditó para impartir lecciones de educación física.

En 1978 inicia su labor como profesor en el Liceo del Sur, en Barrio Cuba, San José; después de laborar para distintas instituciones en la Gran Área Metropolitana, se pensionó mientras trabajaba en Liceo Salvador Umaña, en Ipís de Goicoechea.

Gutiérrez considera que ser educador fue algo que siempre estuvo dentro de él, una vocación que tenía desde niño.

Pero ¿Qué es lo que más valora de haberse convertido en educador?

“La vida son muchas cosas. A mí me gustó haber ido a la universidad porque tuve una gran apertura mental, sobre todo del deporte desde el punto de vista científico, con excelentes profesores. La psicología sociología, estadística, mecánica… lo que era la ciencia en la educación física me dio una apertura y aprendí muchísimo. Siempre fui un enamorado de la actividad física y de la enseñanza”, manifestó.

¿Cuál ha sido el mayor aprendizaje en sus años como educador?

“Ser educador, significa aprender a ser solidario con mis estudiantes, con mis compañeros e impulsarlos a que salgan adelante. Además, hay que tener presente que, si soy bueno conmigo, puedo ser bueno con los demás, es una ley de la vida… nadie intoxicado puede ser generosa, bueno o solidario con otras personas. La esencia del aprendizaje de la vida está en vivir bien con nosotros mismos y así ser buenos con otros”

¿Qué se debe fortalecer en la labor educativa?

“…Debemos recordar que los estudiantes llegarán a ser adultos y siempre recordarán algún concepto, alguna idea, alguna apreciación que los maestros que pasaron por su vida, les enseñaron. Por eso, hay que fortalecer la idea de que de alguna manera el profesor debe impactar al estudiante, si no logra esto …estamos perdiendo el tiempo…

También creo que el docente tiene que prepararse mucho, porque los tiempos modernos son muy complejos… requieren que conozcan la tecnología, la ciencia y otras disciplinas”

¿Recuerda alguna anécdota de su paso por las aulas?

“Cómo profesor de educación física, vi pasar por mis clases a estudiantes muy talentosos que luego se convirtieron en destacados profesionales como Ronald González, extécnico de la Selección Nacional, Diego Solís quien fue director técnico de la selección de fútbol sala, otros jugadores de futbol como Johnny Acosta, Allan Alemán, entre muchos otros…

También recuerdo que, en una ocasión, durante una cirugía, el anestesiólogo me dijo en broma: “Ahora si me las vas a pagar” …resulta que había sido mi alumno y yo no lo reconocí, ambos reímos”.

Aunque este profesor desde hace varios años se acogió a su jubilación, los valores y enseñanzas que dejó sigue marcando la vida de sus estudiantes.

Sady Gutiérrez, es un trabajador de la educación, que, como muchos, ha dejado grandes huellas en sus estudiantes, estando presente en sus vidas, inspirando y contribuyendo a forjar sus futuros.